Tinaja de barro cocido del siglo XIX, elaborada con técnicas tradicionales.
Estas tinajas se utilizaban principalmente para almacenamiento de líquidos o alimentos, como agua, vino, aceite o granos, aprovechando la porosidad del barro para mantener cierta regulación de humedad y temperatura.
Su superficie conserva marcas y variaciones propias del proceso artesanal de la época, evidenciando su autenticidad histórica.
En Mestizo hemos elegido esta pieza por su valor histórico y por el carácter de la cerámica utilitaria del siglo XIX.